En esta ocasión, después de unos buenos episodios llenos de acción y peleas, llega el capítulo 83 a darnos un poco de serenidad en todo el desenlace de los hechos en Dragon Ball Super.
Entre lo que más destacamos de este capítulo 83 además del reclutamiento de los siete luchadores que faltan para tener el total de los diez exigidos para el torneo, es el pronto nacimiento del bebé de Vegeta y Bulma.
Sin más rodeos, comenzamos con el relato sobre el resumen de este capítulo 83 de Dragon Ball Super.
La transmisión comienza con todos reunidos junto a Chi Chi y Bulma quienes organizan una fiesta dedicada al nacimiento de la bebé de esta última con Vegeta. Sin embargo, todavía no se sabe a ciencia cierta cuándo será la llegada del bebé a la Tierra.
Esta duda está colocando entre la espada y la pared a Vegeta, que no termina de confirmar su participación en el equipo del Universo 7 para el torneo del poder. El padre del bebé no quiere despegarse de Bulma hasta que el pequeño nazca.
Gracias a Whis el bebé de Bulma y Vegeta nace en este capítulo 83
Whis está muy consciente de que no queda mucho tiempo para que Vegeta termine de decidir su participación, porque solamente faltan 39 horas para terminar el reclutamiento, así que con ayuda de sus poderes, hace que el bebé de Bulma llegue al mundo de una vez.
Lo bueno del método que utilizó Whis para el nacimiento del pequeño, es que Bulma no sufre ningún tipo de dolor por el parto y su barriga de embarazo desaparece por completo. Podemos ver que todos están contentos con la llegada del pequeño durante este capítulo 83 de Dragon Ball Super.
La transmisión sigue girando en torno al bebé, incluso es algo cómico ver como todos desean tenerla en brazos al mismo tiempo así como cuando Vegeta se transforma en Super Saiyan Azul porque Mr. Satán y Yamcha asustan a la pequeña.
Por otro lado el que menos emocionado está es Trunks, ya que él esperaba a un hermano con el que pudiese entrenar, pero todo sentimiento de desganas se desaparecen una vez que ve a la bebé.
Para el momento en que Vegeta va a tener en brazos a su hija recién nacida, Bulma afirma tener un nombre para la pequeña. Bulla es el nombre escogido. Vegeta no parece muy contento a primer momento con la decisión, pero poco a poco le va agarrando gusto a la idea.
Goku sigue en búsqueda de los luchadores
Luego de las escenas enfocadas a Bulma, Vegeta y la pequeña Bulla, vemos que Goku vuelve a emprender el reclutamiento de los luchadores para el torneo y cada vez queda menos tiempo para tener al equipo completo.
Goku va por Krilin y Yamcha escucha la conversación, uno de los sueños de este último es poder participar en un torneo y por lo tanto quiere participar, pero no se siente completamente seguro de si Goku pueda aceptar a un ser tan débil.
Una de las reglas para el torneo del poder, es que no está permitido que los luchadores consuman las semillas de ermitaño, ya que como bien sabemos, podría ayudar a cualquier luchador a recuperarse y en cierta parte, es visto como trampa.
Sin embargo, Beerus entromete a Goku diciéndole que las consuma en secreto, pero como siempre el sabio Whis advierte de que puede haber grandes consecuencias si Zeno se da cuenta.
En otro plano que nos muestra este capítulo 83, vemos que Gohan, Goku y Beerus optan por no decir que hay una posibilidad de que el universo sea eliminado. Es decir que ni siquiera Vegeta lo sabe.
Pero en fin, siguen las opiniones de que la actitud de Goku resulta muy extraña porque no parece importarle demasiado que eliminen su universo y que todos sus compañeros se extingan.
Nos queda esperar a ver los siguientes episodios de la serie para saber si hay algo más tras el rarísimo comportamiento de Goku, ya que eso es todo lo que nos dejó ver este capítulo 83 de Dragon Ball Super.
Así que en verdad la historia de la saga no avanzó mucho, pero no significa que la entrega no estuvo acertada, en realidad resultó un capítulo entretenido que de vez en cuando no están de más.